Amaneeeceee, Amaneeceee…

Así comienza una de mis canciones favoritas del compositor Rafael Hernández Marín. Esta canción en particular me recuerda un pasaje del libro de Job donde Dios responde a Job con una serie de preguntas que nos hacen reflexionar sobre el papel de dios en la creación y como dueño total y absoluto del universo, y cuan equivocados podemos estar de pensar que nosotros estamos solos y en control.
Luego San Gregorio Magno nos recuerda en su s libros de las Morales, haciendo referencia a este pasaje de Job, lo que significa el amanecer. Hoy, si estas leyendo esto te felicito, pues no importa cuan difícil sea tu vida, tienes un día mas para contar las bendiciones y recapacitar en las cosas que nuestro creador nos ha dado.
El amanecer es un despertar de las tinieblas de la noche a la luz y en nuestra vida espiritual debe ser lo mismo, un despertar, un dejar atrás las tinieblas del pecado y entrar a la luz del nuevo día, de la nueva vida que Dios nos ofrece.
Cuando salimos de las tinieblas del pecado todo cobra sentido y percibimos todo de una forma más hermosa. Nos damos cuenta del color de las flores, de como su aroma perfuma nuestro derredor, todo se ve perfecto, tal y como Dios lo creó.
Dios nos da un mundo hermoso y cada mañana, cuando amanece y abrimos los ojos, le debemos de estar agradecidos de que sentimos frio o calor, de otra manera podríamos estar fríos y sin sentir calor, tu sabes… muertos.
Agradécele a Dios las cosas que te da hoy, sean buenas o sean malas… Él sabe porque permite que te pasen las cosas. Lee el libro de Job y reconfórtate con el Siervo Sufriente. Recuerda que, como decía Kalimán, si el superhéroe mexicano, “Estamos vivos pequeño Solín… y eso es ya una victoria” .
Sigamos orando el uno por el otro
p. Héctor
PS. El pasaje de Job es Job 38, 1-30

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