Hoy la Iglesia universal celebra la fiesta del Santo Cura de Ars. San Juan María Vianney. Para comenzar a este siervo ce Dos no le querían dejar ser cura pues no era un hombre muy brillante y cuando le ordenan sacerdote lo envían a una de las regiones más remotas, pa’que no haga mucho daño. Pero Dios tenía otros planes, e hizo de este sacerdote un santo sacerdote, tan santo que su fama de santidad se extendió y no cabía la gente en la iglesia. Como confesor era excelente y muchas almas pasaron por su confesionario encontrando la Misericordia de Dios y una conversión de Corazón que transforma sus vidas por siempre.
Es considerado como el santo patrón de los párrocos. Una de las cosas que más me ha impresionado de la vida de este santo varón la leí en un artículo que me dio mi párroco en mi primer año de ordenado. Me recuerdo que me dio el artículo, el cual no sé dónde lo puse y no lo puedo citar, y me fundió todas las neuronas al leer lo que el Santo cura pedía a Dios… Pedía que le enviara todas las pruebas y tormentos que Dios quisiera si esto iba a hacer que sus parroquianos se convirtieran… ¡Wow! Pedir a Dios no solo por la conversión de los parroquianos, pero pedir que le enviara todas las pruebas necesarias si esto significaba que las almas de sus parroquianos se salven… esto mis queridos lectores me “voló la tapa del bloque” en ese momento realice lo difícil y complicado del ministerio al que había sido llamado.
Conversión de los parroquianos… ¿qué tengo que hacer yo, un pobre cura para lograr esto? Qué responsabilidad tan grande se nos ha dado a los sacerdotes que muchas veces caemos en el peligro de olvidarnos de esta misión tan grande. Muchas personas nos piden que recemos por sus intenciones, por sus enfermos, por sus difuntos, familias, etc.… pero … ¿estamos rezando por las almas de los que se nos han encomendado?
Pienso que el santo Cura de Ars nos da a todos los curas, y los que están en proceso de serlo, una perspectiva de lo que Dios espera de nosotros. Cuantas almas podemos salvar si pasáramos más tiempo en el confesionario, o celebrando la misa con más devoción y no preocupándose por que voy a decir que va a afectar a las personas negativamente, aunque sea beneficioso para sus almas…. SUS ALMAS… esa es la verdadera misión del cura…. Ayudar a las almas a llegar al cielo.
El otro día dije en un lugar público que debíamos rezar por mi conversión y me miraron con ojos de sorpresa. Y es cierto todos tenemos que pasar por un proceso de conversión diario, todos los días nos damos cuenta de que cuando más cerca pensamos que estamos de Dios es cuando tal vez vemos que nos falta mucho por llegar y por eso es que nuestro pueblo tiene que rezar por nosotros, por nuestra perseverancia y sobre todo porque nunca perdamos el celo apostólico por la salvación de las almas
OREMOS POR LOS CURAS
En los brazos de María
El Cura
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