Posted in El Bololog

Cuidao con lo que haces

http://laconfesioncatolica.blogspot.com/2013/09/corre-que-jesus-rompa-tus-cadenas-de.html
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Hoy estaba reflexionando sobre la lectura de Mt 6:1-6. 16-18 y hubo una frase de todo el Evangelio que me llamó la atención. “Tu Padre que ve en lo secreto” esta frase me puso a pensar en cuantas personas se acercan al Sacramento de la reconciliación con miedo a lo que el Sacerdote pueda decirles por sus acciones. Muchas personas pueden pensar en no confesar todo lo que hacen por miedo al que dirá el cura si se entera… Pues bien … te has puesto a pensar que Dios, que ve en lo secreto, sabe todo lo que hace y quiere que te reconcilies, sacando todo lo oscuro que teienes en el alma y que al ocultar algo no estas permitiendo que Su luz ilumine cada rincón de tu corazón .

Pasa que un diácono, muy buena gente, nos decía “recuerden que el diablo les quita la vergüenza para pecar y se las devuelve para confesar” no hay verdad mas grande que esta, pues, como revelaron San Padre Pio, el Santo cura de Ars y San Juan Bosco las confesiones mal hechas son las que nos acercan mas al demonio y nos alejan mas de Dios, en otras palabras te acercan mas a la obscuridad alejándote mas de la luz.

En la confesión puedes abrir tu corazón al confesor con la certeza de que, el cura de almas, te dará el consejo que necesitas para salir de las tinieblas y volver a la luz. Como he dicho anteriormente, la confesión es un nuevo comienzo, no una segunda oportunidad. Pero si no sacas todo, si tienes temor dq el que dirá el cura… y no lo dices todo… seguirá cargando con la pena, la culpa y el remordimiento.

Un compañero de seminario que se ordeno mucho antes que yo me dijo “Cuando uno se confiesa es Cristo mismo que esta presente en el confesionario y te da la gracia de no recordar lo que te dijeron… tan es asi que cuando la persona que acabas de cnfesar te ve a los ojos no encuentra otra cosa que la mirada compasiva de Cristo que ya no se recuerda de tu pecado.

Asi que ya sabes… abre tu corazón en el confecionario

Sigamos orando el uno por el otro

En los brazos de María

El Cura

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