Hemos comenzado el tiempo litúrgico de adviento. En este tiempo comenzamos la preparación para el tiempo de navidad, en otras palabras todavía no es navidad. Es difícil comprender esto cuando las grandes cadenas de tiendas son las que dictan cuando comienzan los días festivos en nuestra sociedad; dando asi un sentido equivocado a la festividad que se va a celebrar.
Este tiempo es uno de preparación para un evento importante en nuestras vidas. Es un tiempo de cambio, un tiempo fuerte, un tiempo donde el Evangelio nos invita a la reflexión y a la conversión. ¿Te has puesto a pensar en cómo está tu alma para recibir el regalo de Dios a la humanidad, Cristo su hijo?
Preparamos nuestra casa a toda prisa con adornos y luces desde el día de acción de gracias, pero ¿Cómo esta nuestro hogar interior? ¿Acaso estas permitiendo que el mundo dicte lo que tienes que hacer para prepararte?
Cambio, arrepentimiento eso es lo que te pide Dios, que en este tiempo reflexiones sobre lo importante que es el nacimiento de su hijo en tu corazón. De que el envía su más preciado tesoro para que venga a morar en nuestros corazones, para que por medio de El seamos transformados, el problema es que no nos dejamos transformar.
Oremos para que el Espíritu Santo nos dé el discernimiento necesario para descubrir y permitir a Cristo en este tiempo transformar nuestras almas y poder recibirlo con un corazón puro, transformado, nuevo.
Sigamos orando el uno por el otro
P. Héctor
Amen !!!