Hoy reflexionamos sobre la ecritura del Evangelio de hoy:
“Y él les enseñaba: “Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Estos serán juzgados con más severidad”.
Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: “Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir”.
Muchas veces damos, y no hay nada malo en dar… es mas dar es mejor que recibir. Pero la pregunta que hago es ¿quien da mas? Y digo esto pues muchas veces nuestro ego se interpone entre el amor y nuestro verdadero deseo de dar creando un terrible caos en nuestras vidas. Digo esto pues hay tantas personas que dejándose llevar por esto, y sin dase cuenta, actúan para que me vean o porque siento que soy importante o sencillamente para que vean lo que puedo hacer.
De momento se olvidan de que si no tienen amor… lo que hacen no vale nada; y digo esto pues ni los curas estamos exentos de esto. Fácilmente se nos puede subir a la cabeza el titulo de súper Estrella y pensar que somos los salvadores del mundo dejando que nuestro ego interrumpa la obra de amor y servicio a la que fuimos llamados. Como ven nadie se salva del aguacero, pero para eso están las sombrillas.
Hoy Cristo nos recuerda que no es dar lo que nos sobra, es dar lo que nos falta, lo que no tenemos, lo que nos cuesta… confiando que Dios Padre proveerá siempre, si confiamos en el . Yo pienso que es un ajuste de actitud y de re-enfocarnos en el “por que y el para que “estamos hacienda lo que hacemos. Una muy Buena mujer que conozco dice “padre… todo lo que hagamos hay que hacerlo bien… con mucho amor por que es para el Señor, beneficia a sus hijos aquí en la tierra, por eso lo que hagamos lo hacemos bien… con mucho amor”
Es de esta forma, con el amor que dejamos atrás nuestro egoísmo, es con el amor que damos hasta lo que no tenemos, es a través del amor que entendemos que no somos nosotros los que brillamos, que es Cristo el que brilla, es El quien tiene que manifestarse a través de nuestros actos y que la gente le vea, le conozca y reconozca que El vive en nosotros.
Sigamos orando el uno por el otro
El padre