Hoy he leído una noticia que me dejó “Estutrerfacto” aparente y a legadamente le pagaron a dos personas $100.00 por asesinar a alguien y lo hicieron, matan a un deambularte por una golpiza por haberse robado un desodorante y otras más que me han dejado mal. ¿Qué le pasa a este mundo? ¿Dónde está el sentido de justicia?
Que rápido se nos han olvidado los mandamientos. Amar a Dios sobre todas las cosas, no matarás… yo he llegado a la conclusión de que el primer mandamiento lo cumplimos a medias. Solo amamos a Dios cuando sucede algo que puede cambiar nuestras vidas. Me impresiona como he visto a muchos deportistas persignarse con la señal de la cruz antes de un evento, pero una vez tienen éxito en su empresa lo menos que hacen es ir al templo a dar gracias a Dios. Pero padre, medirá alguno, Dios está en todas partes… yo respondo, eso es así, pero también tiene su casa y le gusta que lo visiten. Muchos padres y madres se quejan de que sus hijos no los visitan y de que les dieron calidad de vida, todo lo que necesitaban. Inclusive lo llevaron a hacer la primera comunión y la confirmación… pero desde que se unió con esa mujer o con ese hombre… padre ya ni los ven. Sus prioridades han cambiado y por lo regular una de las dos partes tiene los sacramentos, pero nunca iban al templo los domingos.
El no tener ese encuentro, al menos semanal, con Dios en la Eucaristía nos disminuye el sentido moral pues, al estar creciendo fuera de Dios no respetamos la vida. Cuando otras cosas toman el lugar de Dios en nuestras vidas, estamos haciendo lo que Adán y Eva hicieron en el paraíso, querer ser dioses. El diablo nos sigue tentando en nuestro siglo y quiere que creamos la gran mentira de que podemos ser dioses y de que a Dios no le necesitamos.
Hay una frase que a mí me encanta y que desconozco su autor:
Mira que te mira Dios, mira que te está mirando, mira que vas a morir, mira que no sabes cuándo.
Como seres humanos hemos sacado a Dios de nuestras vidas y esto ha hecho que no respetemos la vida, todo tiene un costo. Los hospitales tiran a la calle a los enfermos porque no tienen plan o porque no pueden pagar, los narcotraficantes siguen poniéndole precio a la basura que venden y si no les pagan pone precio a sus víctimas, hombres inescrupulosos ponen precio a mujeres y las tratan como esclavas para que sean utilizadas sexualmente sin respetar la dignidad del ser humano…
En fin que todo tiene un precio. Yo hoy te digo que sí, pero el precio que le pone el ser humano es muy bajo. Cristo pagó con su sangre, con su muerte por nosotros y subió el valor de la vida a uno incalculable. Si rompes un objeto en una tienda tienes que pagarlo y no hay rebaja que valga… imagínate cuando rompemos una de las criaturas de Dios que fue comprada con la sangre de su hijo…
La vida es un don, desde el momento de la concepción, es un regalo tuyo, nadie tiene el derecho de arrebatártelo, solo Dios puede disponer de ella. Pidamos al Espíritu Santo que ilumine la mente de nuestros jóvenes y la de nuestra sociedad para que comencemos a vivir la cultura de la vida, no la de la muerte.
Sigamos orando el uno por el otro
P. Héctor
Publicado originalmente en Febrero 25 del 2011