Hoy estaba escuchando una canción de Daddy Yankee, “Dale mas gasolina”. Tan pronto encendí el motor del carro y el radio salio sonando esto fue lo que escuche. Con una velocidad solamente comparable a la del Falcón Milenio de Han Solo mi dedo índice, muy acertadamente dio en el blanco y cambió la emisora a Oro FM. ¡ Que Alivio!. Pero la historia no queda ahí.
En el momento en que la música de elevador y oficina de dentista estaba anestesiando mis sentidos, el virus de la “gasolina” ya estaba tratando de tomar posesión de mis neuronas y para que tengan una idea, Oro 92.5 estaba sonando una hermosa melodía, “Hard Habit to Break”, y en el fondo de mi cerebro la acompañaba el “tun ku tun” de la Gasolina de Daddy Yankee.
No me quedo mas remedio que ver donde estaba Dios presente en este tormento. Y aunque ustedes no lo crean… lo encontré. Este fin de semana celebramos el domingo de Pentecostés, DIA en que se conmemora la llegada del Espíritu Santo a nuestra Iglesia. El Espíritu Santo llega a causar revuelo y ser nuestra Gasolina en un mundo que esta tranquilo, apaciguado y conformista. Puede que mi mundo estaba tratando de buscar la paz de una canción tranquila, pero Dios estaba tratando de recordarme que en este mundo hace falta la gasolina que solo el Espíritu Santo nos da.
Se que nuestra indiferencia y conformismo es un “Hard Habit To Break” pero con la Gasolina del Espíritu Santo podemos echar para delante y romper la monotonía de nuestra vida Católica.
Cuando digo monotonía me refiero al peligro de caer en el conformismo y no luchar por nuestra santidad. Ese conformismo que nos lleva al egoísmo y que tantas almas esta cautivando, debe ser quemado, eliminado con la Gracia del Espíritu Santo.
No tengas miedo en llenar tu espíritu con la Gasolina “High-Octane” que el Espíritu Santo te da. Veras como tu alma funciona mejor y tu millaje espiritual tendrá un mayor rendimiento.
Sigamos orando el uno por el otro.
P. Héctor