Hoy me siento frente al teclado para contarles un poquito del viaje misionero que hiciera junto a Misión en Acción. Fuimos a Nicaragua a brindar ayuda a unas monjitas que tienen una casa refugio para niños huérfanos o abandonados. Los niños son niños y verlos con tan poco y lo feliz que son le levanta el espíritu a cualquiera.
Pero ese no es el mamo, el mambo es que este hogar lo que tiene por techo es un colador de espagueti, la plomería, que se había arreglado para que llegara agua a la casa, ahora tiene problemas para que salga el agua de la casa. A esto hay que añadir que las monjitas tienen una casa cuna con niños menores de 2 años, donde aparte de cuidar niños recién nacidos abandonados o huérfanos (lo que le parte el corazón a cualquiera) también ofrecen cuido diurno para los padres que trabajan, by the way muchas veces a estos padres se les olvida ir a recoger sus hijos por 3 semanas o varios meses.
A esto hay que añadir que no contribuyen con nada por dejar sus hijos allí. Es frustrante y doloroso ver las condiciones que viven estos niños. Misión en acción lleva un poco de paz a esas religiosas dándoles apoyo financiero para realizar las obras de mejoras en estos lugares. La casa cuna es literalmente un horno formado por cuatro salones de clases, más o menos en tamaño, donde se alojan unos 20 infantes y 3 monjas que no dan a bastos. Tienen terreno para construir una mejor y más segura facilidad, pero no tienen recursos$$$ para construir.
Hablando de seguridad, las monjas tienen una casa al frente del orfelinato donde viven 3 postulantes y 2 novicias. Estas niñas (17-21) todas las noches son acosadas por pandillas que quieren entrar a la casa para robar lo poco que tienen, nada de lujos o equipos electrónicos, o simplemente asustarlas o violarlas.
¿Creen que se puede vivir así? Con la gracia de Dios se puede, pero necesitan de nuestras oraciones y de nuestro apoyo económico. Si de alguna forma deseas colaborar con estos misioneros envíame un correo electrónico a frhector@live.com con la palabra misión en acción en el subject y yo te envío de regreso la información de contacto.
Gracias por leer esta columna y permitirme compartir contigo
Sigamos orando el uno por el otro
P. Hector