Nosotros tenemos que ir y decirle al mundo “Basta Ya!”. Nosotros tenemos que pararnos ante el mundo y ser Profetas. Ser ese profeta que está hablando contra una raza de personas que son intransigentes, rebeldes, y que no quieren aceptar que todos nosotros estamos tratando de hacer algo bueno con nuestras vidas para vivir en santidad. El mundo te va a decir que tú estás mal; El mundo te va a decir que tú no sabes lo que estás diciendo; El mundo te va a decir ¨ridículo(a); El mundo te va a decir que tú no sirves; El mundo te va a decir que vayas y hagas otra cosa porque tú estás viejo para esto.
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Mire, NO. Usted está donde Dios quiere que usted que es aquí en la Iglesia. San Francisco de Asís decía “Id y predicad el evangelio y cuando sea necesario utiliza palabras”. Hoy Jesucristo nos dice que ustedes son profetas. Lamentablemente ustedes no son aceptados despues que salen de estas puertas. Aquí todos venimos a recargar nuestras baterías y tener el valor que nos dá la Eucaristía para poder pararnos frente a la adversidad y frente a todas esas personas que no quieren creer, que no quieren aceptar y que piensan que Dios es un mito y ustedes decirle a ellos ¨Mi Dios no es un mito, mi Dios está vivo, mi Dios es una realidad, mi Dios es el que me da fuerzas, mi Dios es un Dios de misericordia, mi Dios está presente en la Eucaristía, mi Dios está presente todo el tiempo con nosotros, mi Dios nos guía, mi Dios nos proteje.
Pero la gente no lo va a querer aceptar, porque la gente no quiere aceptar la verdad. Ustedes son hijos de la verdad. El padre de la mentira se llama Satanás. Por lo tanto no dejen de profetizar y de decir la verdad aunque duela, porque la verdad los hará libre. Ustedes con su ejemplo pueden lograr que la gente se convierta y regresen al redil. Empezemos a ser sacerdotes y ofrecer nuestras oraciones. Empezemos a ser profetas y a decirle al mundo que no creemos lo que dice el mundo. Demostrémosle al mundo que somos reyes de un reino que no es una realidad aquí abajo pero que está esperando por nosotros allá arriba.