El otro día, saliendo de la iglesia, escuché a una persona con suficiente acumulación de juventud, diría yo unos 80 y tantos años de experiencia que lo cualifican para con autoridad hacer esta expresión: “esto no va a cambiar”.
En el principio me dio mucha gracia la forma tan peculiar y pesimista en que dijo esto. ¿y saben que? Yo creo que tiene la razón. Esto no va a cambiar por que a dios no le da la gana de que cambie, además el no tiene ninguna razón valida para cambiar esto. Y ahora ustedes dirán que se volvió loco el cura, pero nada mas lejos de la realidad.
Pregúntese a usted mismo… ¿Por qué Dios quiere cambiar algo que creó con toda su perfección? ¡Ahhh! Ya estamos llegando al meollo de la pregunta. Dios tiene un plan, y ese plan es perfecto. El problema es que nosotros no hacemos caso de ese plan y nos aferramos a hacer nuestra bendita voluntad y no abrirnos a la voluntad del Padre.
Mientras nosotros no queramos cambiar y seguir ese plan de dios, que es simple…. Ser santos, nada va a cambiar. Se habla en estos días de que todo el mundo quiere cambio. Ya sea en la política, en la seguridad, en la educación, etc. Pero ¿nos hemos detenido a pensar si ese cambio que queremos puede envolver el plan de Dios? Cuando tomemos esa decisión entonces comenzaremos a ver el verdadero cambio.
[youtube_video id=”F9Nh84lfvW0″]
No solo es ir al templo 1 vez a la semana, recibir la comunión y confesar 1 vez cada 1,000 años (créanme que hay gente que si esto fuera posible lo harían) es permitir que esa palabra te transforme, que ese sacramento te fortalezca y te ayude a construir el Reino de dios mientras trabajas en alcanzar la santidad.
Yo se que no es fácil, pero recuerda lo que dice San Pablo (Filipenses 4:13) Todo lo Puedo en Cristo que me fortalece.
Ten animo, se agente de cambio; mientras nos quedemos inertes, nos rindamos y no hagamos nada… las palabras proféticas de mi parroquiano se pueden cumplir; además ¿Qué hace n profeta? Decir lo que puede pasar si no escuchamos…
Ahí la dejo
Sigamos orando el uno por el otro
p. H