Nosotros como católicos muchas veces olvidamos a quíén nosotros estamos recibiendo en la Eucaristía. Se nos olvida que es Cristo mismo haciéndose presente en el Altar. Debemos tener la mejor aptitud hacia Cristo en el Santísimo Sacramento.
¿Qué cosas usted quiere que Cristo sane? Recuerdo al Padre García cuando yo era seminarista que me decía ¨Hector recuerda que cuando la Hostia se levanta y está consagrada en ese momento Dios cambia el pan y el vino en su cuerpo y sangre¨. En su interior usted le dice a Cristo ¨Según tu cambias ese pan y ese vino en tu cuerpo y sangre te pido que cambies esto en mi vida; ese hijo, esa hija, ese hermano, esa hermana, etc…¨ Pídeselo en el momento en que el Sacerdote levanta la Hostia. Yo te aseguro que ese es el primer paso para que sientas el cambio que Cristo quiere a través de la Eucaristía en tí. Abre tu corazón y sé receptivo a ese cambio que quiere Jesucristo en tu vida.
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Hay personas que van a decir “Padre yo no puedo recibir la comunión por esta u otra razón”; Mira si Cristo se las sabe todas que El permite que hagamos la Comunión Espiritual. La persona que no pueda recibir la Comunión que diga ¨No puedo recibirte ahora sacramentado, pero ven espiritualmente a mi corazón¨ y recibes a Cristo espriritualmente, porque Cristo no quiere que nos quedemos sin El.
Pidámosle al Espriritu Santo que nos dé el don de la reverencia al Santísimo Sacramento del altar y que nos ayude a comprender, no qué estamos recibiendo sino a Quién estamos recibiendo; Cristo que se hizo pan para quedarse entre nosotoros.