Hace unas cuantas semanas atrás estaba limpiando los mensajes del Facebook. Mientras lo hacia le daba a una instrucción que no solo borraba el mensaje, sino que eliminaba el contacto de mi lista de amistades. A todo esto yo no sabía nada… aquí empezó el tormento.
Ustedes no tienen idea de cuantas personas se han ofendido porque yo los borre del Facebook… pero ofendidos a nivel de que “¿pero que le hice yo al padre para que me tratara así? Oiga padreee… ¿qué pasa que ya no soy digno(a) de estar en su Facebook?… no importa personas mas importantes me han borrado. Que les digo… una odisea digna de novela de Univisión, Telemundo o Caracol.
Esto me lleva a reflexionar un poco sobre cómo estamos viviendo nuestra vida y a que le damos importancia. Me voy a a atrever a hacerte una pregunta. ¿Cuánta gente de tu lista de amigos verdaderamente son tus amigos? En realidad, no en un mundo virtual, valga la aclaración. Cuantas veces te preocupaste por felicitarlos en el cumpleaños, o de rezar por ellos, o demandarles mensajitos espirituales, que by the buey dijo la cow… ahora todo el mundo es espiritual, ya nadie es religioso (para más de este tema, que no es harina de otro costal te invito a ver este video del Padre Juan Jaime Esobar, Escolapio http://youtu.be/_zSwiFPhDLA ) en fin que vivimos una realidad cibernética que se ha vuelto más importante que la realidad real… ¿Cuál es tu realidad?
Yo creo que tenemos un desorden de personalidades múltiples y eso lo estamos sacando afuera en el mundo virtual. Somos quienes queremos ser en realidad detrás de un teclado y una pantalla… no se … pero pienso que esto se está saliendo fuera de control. No hay nada mejor que hablar de frente con caridad y dignidad y no expresar las frustraciones en un muro que todo el mundo lee.
Por ultimo… ¿Quién no ha tenido un vecino entrometió? Ese vecino que está al tanto de todo, que sabe todo, que se mete en todo y que te cae como patada de mulo… ¿cuantas cosas tu hacías para evitar que se enteraran y poder tener privacidad en tu hogar… tenías que cerrar ventanas, hablar bajito y todo esto en tu propia casa para que los vecinos averiguaos y entrometidos no se enteraran de lo que pasa en tu casa…
Todos, en algún grado, hemos tenido alguien así; pero ahora con el Facebook les estas facilitando la vida a los averiguaos.
Nada ahí te lo dejo… y si alguien algún dia por error o por voluntad te elimina de la lista de amigos… reza porque Dios no te quite de la suya
Sigamos orando el uno por el otro
p. Héctor