Mientras preparaba la homilía para este fin de semana, me detuve a pensar en la pregunta que Cristo hace en el evangelio (Mt. 16:13-20) a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que soy?
Esto me llevó a reflexionar sobre si después de 2,000 años, nosotros los católicos, podemos responder esa pregunta. Y digo esto pues muchos nos llamamos católicos, pero rechazamos todo lo que tiene que ver con nuestra fe o nuestra Iglesia.
Rechazamos el magisterio de la Iglesia, porque no se acomoda a este tiempo en que vivimos, decimos que la iglesia es anticuada y que tiene que ponerse al día… ¿pero es esta la verdad? Yo pienso que este mundo no ha conocido todavía a Cristo, déjame corregir, mucha gente no ha conocido a Cristo todavía y por esto no pueden vivir una vida plena.
Miren como es el mambo… No podemos conocer a Jesús y seguir viviendo la misma vida que tenemos, Jesús cambia nuestras vidas en una forma indescriptible, algo maravillosos sucede cuando dejamos que Cristo tome control de nuestra vida, cuando registramos que le hemos conocido… ¡WOW!
Él nos pregunta si sabemos quién es el, en realidad ¿podemos contestar esta pregunta cuando no tenemos ningún respeto por lo sagrado? ¿Cuándo asistimos a misa recibiendo su cuerpo y su sangre como si fuera una golosina? El conocer a Jesús debe de dejar huellas en nuestra alma, en nuestro ser y en nuestra forma de ver la vida. ¿Ha pasado esto en tu vida? Si has conocido a Jesús, y puedes contestar la pregunta… entonces en hora buena, pero si no… es tiempo de que comiences a buscarle la vuelta a Jesús, él nunca se ha cansado de buscarte y de dejarte ver cuánto te ama, te quiere y te respeta.
Sigamos orando el uno por el otro
P. Héctor