No se si alguna vez les ha pasado que sienten el alma vacía. Como que se nota una ausencia de Dios en nuestros corazones y esta ausencia nos hace sentir el corazón muy pesado. Es entonces cuando comenzamos a buscar desesperadamente de Dios y recurrimos a métodos que no son muy católicos que digamos.
¿Qué podemos hacer cuando nuestra alma esta vacía? ¿Cómo podemos llenarla de nuevo? La contestación es muy fácil, lo difícil es ponerlo en práctica. Digo esto pues cientos de veces he repetido que la oración, le eucaristía, la penitencia son remedios infalibles para llenar el alma; claro a esto hay que añadir una pequeña dosis de sacrificio y el ingrediente mas importante… la confianza.
¿Ya ven porque digo que el remedio es fácil pero la practica es difícil? Poner las cosas en manos de Dios representa una entrega, un rendirse ante nuestro creador, manifestando nuestra impotencia ante la máxima potencia. Es nuestro orgullo y terquedad que no nos permite rendirnos ante nuestro creador y admitir que El esta en control.
Mientras tanto llenamos nuestras vidas de cosas que no valen la pena y que en este mundo temporero nos brindan una felicidad efímera, pasajera que no llena nuestro vacío y nuestra alma.
Confía en Dios; Él está siempre a tu lado, aunque tu ni lo sientas, ni lo veas… pero Él está ahí acompañándote siempre
Sigamos orando el uno por el otro
padre Héctor
Foto encontrada en http://mispoetascontemporaneos.blogspot.com/2008/05/poema-de-mara-rosa-len.html