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oye Jacob… ¿Tu eres guapo o que?


Te llamarás Israel, porque has luchador con Dios y has vencido

Genesis 32, 23-32

 

Hoy estaba reflexionando sobre la lectura del Antiguo testamento a la cual hago referencia arriba.  En la misma se le cambia el nombre a Jacob por el de Israel.   Primero nos habla de la soledad, como Jacob se queda solo y comienza a luchar con este hombre, del cual no se revela su nombre… pero que aparece por allí y comienza a luchar con El … al final Jacob vence y pregunta el nombre de su oponente, a lo que este cuestiona su intención.

 

Básicamente es un pasaje de estos que son medio enredaos en el Antiguo Testamento, pero que me hace reflexionar sobre el tema de hoy… ¿Luchamos con Dios o contra Dios?

 

Y digo esto porque aunque en la lectura se nos dice que Jacob lucho con Dios, y obtuvo la Victoria… en realidad deberíamos preguntarnos ¿como venció a Dios?  

Bueno aquí van mis 20 centavos, que a lo mejor no es una exegesis Teológica increíble, pero en la sencillez de mis pensamientos trato de comprender y compartir con ustedes.

Jacob lucha con Dios como todos luchamos, pero lo curioso es que Dios es vencido… o mejor dicho se deja vencer.  Y como consecuencia de esto Jacob se le cambia el nombre y se le da una nueva misión. 

¿Cuantas veces nosotros luchamos con dios y terminamos cambiando nuestros corazones? , pues Él se deja vencer o mejor dicho nos vence con su amor.

Nosotros pensamos que le ganamos a Dios, pero en realidad el siempre vence, y es tan Bueno que nos hace creer que hemos vencido.  Si nuestro Corazón cambia es porque Dios ha permitido que cambie, y cuando nos acercamos más a El vemos como nuestro Corazón no solo cambia, sino que crece, si… crece en su amor para así poder darnos a los demás.

Piensa… ¿que haces luchando con Dios? … es imposible imaginarnos teniendo una bronca con el… pero si luchando a su lado (con El)

Para mí que Jacob tuvo una pelea con Dios , tal y como muchos la hemos tenido, y saldremos victoriosos si abrimos nuestros corazones a la voluntad de Dios y le permitimos ganar la batalla, créanme que sentiremos como si hubiésemos vencido nosotros, pero en realidad es que El es el vencedor en nuestro Corazón

 

Digamos orando el uno por el otro

El padre