Hoy estaba pensando en Job. Este señor tiene un libro del Antiguo Testamento que lleva su nombre y que narra su historia. Cuando leemos este libro vemos que este pobre hombre básicamente paso el Niagara en bicicleta. Pero la confianza en Dios fue lo que lo sostuvo. Pudo haber renegado después de todas las cosas que le pasaron; perdió familia, posesiones, amigos… todo menos una cosa : su confianza en Dios.
La frase “Dios me lo dio, Dios me lo quitó… alabado sea Dios” sale de este libro. Enfrento todas sus pruebas confiando en que Dios no lo iba a defraudar, aunque le pasaron cosas inverosímiles y se vio tentado fuertemente… no dio su brazo a torcer.
En nuestros días necesitamos mas personas como Job, necesitamos la paciencia de Job para poder enfrentar la vida. No es fácil pues pasan tantas cosas que nos frustran y nos roban la felicidad, pero es en este momento que nos debemos preguntar si verdaderamente vale la pena dejar que estas cosas que nos pasan rijan nuestras vidas o dicten como vamos a reaccionar.
La paciencia viene acompañada de la sabiduría y debemos de aprender a manejarlas en nuestras vidas. Muchos de los problemas que tenemos hoy día es que no tenemos tolerancia y esto surge del egoísmo que cada vez se va arraigando mas en nuestras almas. Esta era del yo ismo esta acabando nuestra humanidad sustituyéndola por un vacío que no sabemos como podemos llenarlo pues hasta a Dios hemos sacado de nuestras vidas pensando que podremos llenar el espacio que el debe ocupar en nuestras almas con otras cosas que en realidad no son importantes.
Egoísmo… ¿a caso no fue eso lo que hiso que Eva y Adán pecaran? La serpiente les dijo que comieran del fruto y que serian como Dios…yo creo que el ser humano tiene el derecho a superarse y a ser mejor cada día… pero cuando quiere ser Dios… lo siento hasta aquí llegamos. La paciencia se nos agota pues las cosas no salen como a mi me gustaría que salieran, las personas no hacen las cosas como a mi me gustaría y como consecuencia me reviento por dentro y exploto con mi mal genio ante la primera persona que se me cruce de frente y muchas veces es una victima inocente de nuestra propia y genuina ineptitud.
A Job le pasaron muchas cosas pero el sabia que Dios estaba en control… ¿Por qué no adoptamos esa actitud? Reconoce que Dios esta siempre presente en tu vida y déjale a el que resuelva las cosas que no puedes resolver, que cambie las cosas que tu no puedes cambiar y que te de la sabiduría y la paciencia para poder trabajar con las pruebas que te van a aparecer en cada momento de tu vida.
Con Cristo todo y sin Cristo nada
Nos vemos en la Eucaristía
En los brazos de María
El Cura