¿A cuántos de ustedes les ha sucedido que dicen algo y entienden otra cosa? Ustedes no tienen idea de cuantas veces las personas mal interpretan ya sea los mensajes, instrucciones o intenciones en las conversaciones. Muchas veces es gracioso y hasta terminamos riéndonos… pero otras ocasiones terminamos con traumas y problemas y hasta riñas, que terminan también en frustraciones y desconfianza.
Muchas veces nos pasa lo mismo con los Evangelios. su mensaje es tan simple que no podemos aceptar la sencillez del Evangelio. Lo único que se nos pide es que vivamos en el amor de Dios y que veamos en el prójimo ese amor que Dios nos da, que lo compartamos con el prójimo.
Se han puesto a pensar lo que sería nuestro mundo si todos, TODOS… SIN EXCEPCION buscáramos el bien de nuestro prójimo, ayudando no solo al que lo necesita, si no al que está a tu lado dándole la importancia que tiene para Dios. Pienso yo… si es importante para Dios, debe ser importante para nosotros, para ti y para mí.
Debemos de comenzar a dejar nuestro egoísmo personal atrás y vivir como Dios pide, no como manda… sino como nos pide. Dios nos respeta y nos deja que nosotros decidamos.
Anímate a vivir no como los demás, sino por los demás. Caminemos juntos por esta aventura llamada santidad
En los Brazos de María
El Cura