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Los benditos Love Bugs…

En el área de la florida, por lo menos dos veces al año contamos con la grata presencia de los “Love Bugs” estos son unos insectos que se reproducen muy rápido, en cantidades industriales y que permanecen unidos por varios días.

Lo que me sorprende de estos insectos es lo tenaces que son y cómo se agarran a la superficie de un parabrisas sin importar a qué velocidad se mueva el vehículo. Estaba yo viajando de Orlando a Miami el otro día y me sorprendió como uno de estos insectos se aferraba con una pata al parabrisas sin dejar que la velocidad de mi carro (70mph) hiciera que este se separara del cristal, y como si fuera poco… la pareja seguía pegada al insecto que estaba al cristal… impresionante.

Esta situación tan absurda, si así se le puede llamar, me llevo a pensar en qué pasaría si nuestro a mor a Dios y nuestra fe fuesen tan fuertes como el insecto este, que no importa cuán recios sean los vientos o cuan fuerte sean nuestras tempestades debemos de aferrarnos a Cristo como esos love bugs, en la lengua de Cervantes como esos insectos de amor.
Aferrarnos, no permitir que nada ni nadie nos separe de su amor. Ya lo dice san Pablo “¿Quién puede apartarnos del amor del Señor?” Aférrate al creador con todas tus fuerzas, con todo tu corazón, con toda tu energía. Dime ¿qué más hay en la vida que pueda ser más grande que su amor?
Mi deseo es que nos convirtamos en esa plaga de insectos de amor, que arropan a todo el mundo con su ejemplo de fe y de amor y de que demos testimonio de que no importa cuán feo se vea el horizonte, recordemos que mientras estemos pegaos a Cristo, Él no se despegará de nosotros ni nos dejará solos.
Sigamos orando el uno por el otro
P. Héctor

Foto original encontrada en Wikipedia.org